
Puede no resultar fácil sintonizar con el arte de unos de los fundadores de la abtracción pictórica, por lo que vamos a publicar algunos post que pueden servir de ayuda en esta visita.
Wassily Kandinsky nace en 1866 en la Rusia de los zares. Su carrera artística no es temprana, pues decide dedicarse de pleno a los 30 años, cuando siendo profesor de Derecho y Económicas rechaza la cátedra que le habían ofrecido en el Universidad de Dorpat.
Se cuenta de varios momentos (algunos estéticos) que supusieron un aldabonazo en su alma de artista: el color de Monet, la música de Wagner y la división del átomo.
El color y la luz de los “Almiares”, de Monet —nunca mejor dicho—, lo impresionaron:

«Me parecía tener delante de los ojos todos mis colores. Ante mí se formaban líneas desordenadas, casi absurdas.»
Un tercer influjo se trató del descubrimiento de la división del átomo:
«Para mí la división atómica era parecida a la del mundo entero y de repente unas paredes muy gruesas se derrumbaron. Todo se volvió blando, incierto vacilante.»