El influjo que ejerce el consumismo audiovisual de los jóvenes actuales limita su capacidad de asombro.
Un profesor de diseño estaba reunido con sus alumnos (jóvenes de 20 años); la actividad era un cine-fórum; la película, «Bailar en la oscuridad», dirigida por Lars von Trier. El grupo de ese año era poco participativo, y no acababa de arrancar un diálogo fluido donde se expusieran los distintos aspectos plásticos, más que semánticos, apreciados a lo largo del film. En un momento determinado uno de aquellos alumnos intervino: «Sinceramente, no encuentro ninguna diferencia entre esta película y las que ponen en la televisión los domingos por la tarde».Desde la perspectiva del lenguaje cinematográfico, en «Bailar en la oscuridad» alternan dos modos de expresión contrapuestos: la propia del movimiento Dogma 95, para la descripción de la vida real (con colores desaturados y cámara móvil), y un lenguaje más tradicional, de varias cámaras fijas y con una saturación cromática de tintes oníricos, expresión del mundo de la imaginación y de los sueños. El… Leer en FOROALFA