Durante esta semana y la que viene, me encuentro impartiendo un curso de especialización en Huecograbado para estudiantes del Boletín Oficial del Estado y gracias a la intervención de uno de mis alumnos me surgió la duda de cuando se habían empezado a implantar los sistemas de grabado electrónico y dónde, por lo que me puse a investigar por mi cuenta para satisfacer esta curiosidad.
Buscando en la Web, me encuentro con que el inventor del sistema de grabado de cilindros de huecograbado mediante punta de diamante (electrónico) es el Dr. Rudolf Hell, padre del escáner de color de Colorgraph.
Rudolf Hell. Grabado electrónico de cilindros
Parece ser que a finales de los años cincuenta, desde el Instituto Axel Springer de Hamburgo, se encarga al profesor Hell el proyecto de crear un sistema que fuera capaz de grabar automáticamente un cilindro de hueco a partir de un original, para ello el Dr. Hell contaba con la experiencia en el diseño de escáneres de doble tambor (tambor de escaneado de original y “recorder” de película). Era lógico pensar en un sistema con un diseño similar que leyera el original y a la vez lo grabara sobre la superficie de uno de los cilindros de cobre empleados en este sistema de impresión. Para sincronizar lectura y escritura unió en un mismo eje, el cilindro de escaneado y el de grabado. De esta forma, a la par que un cabezal con un fotomultiplicador iba leyendo los textos y las imágenes del original, un cabezal equipado con una punta de diamante iba grabando gracias a un sistema electromagnético que produce un movimiento constante de vibración sobre el diamante.
El primer sistema grabador de cilindros lanzado al mercado fue el HelioKlischograph K190. Este sistema revolucionario produjo el rápido ocaso de los sistemas tradicionales de grabado ácido (convencional y autotípico) debido a que la facilidad de grabado, rapidez y calidad eran muy superiores a los sistemas que empleaban el cloruro férrico.
Con este sistema se podían grabar sin problemas cilindros para originales a un solo color, ya que las celdillas se iban superponiendo una tras otra en la dirección longitudinal del cilindro. De esta forma, al comenzar a grabar la segunda fila, los alveolos se encajaban con los de la fila anterior. Como resultado, el cilindro quedaba grabado en un ángulo de 45° a la dirección axial.
Dirección axial con disposición de celdas a 45º
El problema surge cuando se empiezan a requerir selecciones de color y por tanto el grabado de cuatro cilindros. Si la disposición se hubiera seguido manteniendo como antes, en la impresión resultaría Moiré. Este nuevo obstáculo logró salvarse combinando frecuencias de oscilación de la punta de diamante con la velocidad de giro del cilindro.
La segunda generación de sistemas grabadores de Hell aparece en los años setenta con el modelo K 202. Este sistema ya permitía hacer ampliaciones con lo que ya no resultaba imprescindible trabajar con una relación 1:1 original-forma impresora. Parece ser que aún se siguen utilizando en algunas imprentas para la fabricación de papeles pintados y de regalo.
En 1980 aparece la tercera generación de sistemas de grabado electrónico. Se caracterizan por implementar el uso del ordenador para controlar el proceso de grabado. Son las series K 300 las que permiten realizar múltiples gradaciones de manera sencilla y rápida disminuyendo los tiempos de preparación de manera importante.
La denominada cuarta generación, en el inicio de los años noventa, incluye a los sistemas k 400 y k 500. Estos acaban con las opalinas y con el cilindro de escaneado. Permiten un flujo de trabajo 100% digital y una agilidad en el procesado de páginas increíble. Se apoyan en software que permite realizar imposiciones en pantalla e incluso combinaciones, si fuera necesario, con páginas analógicas. Durante diez años se trabaja para eliminar definitivamente el fotolito, la integración de sistemas abiertos PC y Mac y el aumento de la velocidad de grabado a velocidades nominales de casi el doble de las que se habían usado hasta ahora (de 4 kHz a 7,5 Khz).
Uno de los grandes avances de la tecnología de grabado electrónico aparece en la última parte de primera década de este siglo en donde se presentan los modelos de grabado electrónico K500 GT y NT que alcanzan velocidades grabado de hasta 24 Khz y flujos de trabajo totalmente automatizados que requieren poquísimo personal. En la actualidad se comercializan los modelos K6 que mejoran a los anteriores con flujos de trabajo totalmente automatizados.
HelioKlischograph K500
Como conclusión, se puede decir que los sistemas de grabado mecánico mediante el uso de puntas de diamante sigue vivo y no ha sido desplazado por los sistemas de grabado láser, como muchos pensaban. ¿Por cuánto tiempo?, dependerá de los avances tecnológicos que nos presente la tecnología láser en los próximos años.